Frente al pino
Éra una vez un pino que se asomaba a una casa vecina, solo para ver, para escuchar, por pura curiosidad.
Este defecto de verticalidad le valió ser cortado... por seguridad.
Se nos ofreció parte de su cuerpo para conservar un recuerdo, una historia.
Del trabajo a dos, hay que sumar el pino : fiesta para tres.
Añadir un comentario